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No soy nuevo en el producto ni en los métodos de producción de alquitrán (de pino) y aceite de alquitrán, pero pasar una semana en el Seminario Nórdico sobre Aceite de Alquitrán en Mariehamn, Åland (Finlandia) me mostró cuánto todavía tengo que descubrir sobre este increíble producto.

Aunque prefiero analizar la pintura de linaza en su contexto y entorno histórico porque hay al menos algunos siglos con los que trabajar, eso no significa que evite los métodos y técnicas modernos para lograr una mayor comprensión.

Esta propiedad sufrió un incendio devastador que destruyó la mayor parte del piso superior, pero afortunadamente la historia tuvo un final feliz para la propietaria Anne Marchini.

De vez en cuando, nos encontramos con textos históricos tan acertados que bien podrían haber sido escritos la semana pasada. El libro «The American Builder’s General Price Book And Estimater» de James Gallier, publicado en Boston, Massachusetts, en 1836, es un ejemplo de ello.

Esta casa victoriana de trabajadores se encuentra en una zona de conservación y el actual propietario se propuso reemplazar las enormes ventanas de PVC por ventanas de guillotina de madera para devolverle a la propiedad su aspecto histórico original. Afortunadamente, existía una fotografía antigua de la casa que permitía acercarse lo más posible a las ventanas originales.

Brouns & Co está encantado de suministrar pintura al Museo de Pesca de Escocia, donde preservar la madera y la apariencia de su buque insignia, el Reaper, es una máxima prioridad.

Este año hemos tenido una buena cosecha de lino en el Reino Unido y hemos estado en los campos cerca de Wetherby para ver cómo se llevaba a cabo la cosecha.

Tim Semler está utilizando pinturas de linaza Brouns & Co como parte del proyecto en curso para restaurar su casa de campo y granero con estructura de madera de 120 años de antigüedad, así como los edificios más nuevos que albergan su negocio de panadería.

Esta casa estilo alforja en el pueblo de Wake Forest, Carolina del Norte, solía usarse como vivienda para esclavos. Sin embargo, esta casa es una versión mucho más imponente. Probablemente se construyó alrededor de 1875, o quizás un poco antes. Es un raro ejemplo de vivienda para la clase trabajadora afroamericana posterior a la Guerra de Secesión.

La puerta de Jill fue un proyecto largo pero gratificante para David Keys, de Londonderry. La madera de esta puerta se encontraba originalmente en el techo de la fábrica Old Bleach Linen Company en Randalstown, Irlanda del Norte.