La mejor manera de pintar con colores históricamente precisos
A la hora de desarrollar nuevos colores, a menudo nos inspiramos en edificios históricos. Al fin y al cabo, gran parte del diseño está influenciado por el pasado.
No somos los únicos que nos inspiramos de esta manera. Gran parte de la industria de la pintura convencional pone gran énfasis en recrear colores históricamente precisos. Puedes visitar cualquier ferretería y comprar pinturas teñidas para imitar los tonos exactos que tus tatarabuelos usaron en 1900… pero diríamos que es solo eso: una imitación.
Personalmente, siempre nos sorprende el énfasis que la industria de la pintura pone en recrear colores históricos. Hemos asistido a presentaciones sobre análisis microscópicos de pintura, solo para que los resultados finales se utilizaran para crear un equivalente de Dulux. Incluso hay expertos en pintura histórica que han desarrollado su carrera desarrollando las llamadas gamas históricas y escribiendo libros sobre ellas. Y, por supuesto, instituciones como English Heritage y el National Trust han colaborado con empresas como Farrow & Ball y Little Greene para crear y vender gamas «históricas».
La verdad, por supuesto, es que ninguna de estas pinturas tiene valor histórico. Conseguir el tono perfecto de verde salvia o beige oscuro solo para recrearlo con acrílico moderno no funciona. Las pinturas contemporáneas simplemente no reflejan los colores con precisión, lo que significa que el resultado final solo será una aproximación.
Creemos que hay una solución mucho más sencilla: replicar la pintura histórica en lugar de solo los colores históricos. Si ha visitado nuestro sitio web, sabrá que la pintura de linaza es más duradera, más ecológica y, a menudo, más económica por metro cuadrado que las alternativas acrílicas. A veces, no hace falta reinventar la rueda.
Las pinturas modernas se fabrican con plásticos (generalmente acrílicos y látex) teñidos con pigmentos sintéticos y posteriormente rellenados con agentes secantes. La pintura de linaza se elabora moliendo pigmentos en polvo con aceite de linaza para formar una pasta, añadiendo posteriormente más aceite hasta obtener la consistencia adecuada. Nuestra pintura para exteriores no lleva ningún otro aditivo, y la versión para interiores solo lleva una cantidad mínima de agente secante.
Como puede imaginar, ambos productos son muy diferentes, y es imposible que las pinturas modernas reproduzcan fielmente el color, la textura o la sensación del producto tradicional. Si desea lograr un acabado con una imagen históricamente fiel, creemos que la solución es elegir el tipo de pintura histórica adecuado. Ya sea pintura de linaza o de cal, solo los ingredientes originales pueden recrear fielmente el color original.